Con el paso del tiempo los sistemas de climatización y sus conductos sufren la presencia de contaminantes ambientales y suciedad, como son el polvo, virus, hongos, residuos, restos orgánicos, etc.
Si no se establece un correcto plan de mantenimiento y limpieza, puede provocar problemas en el funcionamiento de los sistemas, además de producir numerosas alteraciones en la salud de los usuarios.